A la mayoría nos cuesta encontrar tiempo para entrenar de vez en cuando. O casi siempre. Cuando tu bandeja de entrada está fuera de control, tu jefe programae otra reunión a las 6 de la tarde, tus hijos esperan su baño diario, cenar y que los lleves de un lado a otro o no has tenido una conversación completa con tu pareja en semanas… Es entonces cuando tu entrenamiento de running, la clase de ciclismo indoor, o la cita con tu esterilla de yoga probablemente se conviertan en lo primero que descartas de tu lista de tareas diarias.
Pero es precisamente en esos momentos en los que sientes que se te acaba el tiempo (en lugar de, por ejemplo, correr), cuando tu entrenamiento se vuelve más importante que nunca. No sólo si estás trabajando para conseguir un objetivo o entrenándote para una carrera, sino porque incluso 20 minutos de actividad física pueden mejorar drásticamente tu estado de ánimo, tu mentalidad y tu bienestar general. Y eso es bueno para ti, para tu jefe, para tus hijos y para tu pareja.
¿Cómo sacar tiempo para hacer ejercicio cuando la vida es una locura? Aquí tienes nueve consejos para mantener tus entrenamientos intactos, no importa lo ocupado que estés.
1. Aprovecha el trayecto al trabajo
«Para tener tiempo de hacer ejercicio, he adoptado un plan de running en el trabajo realmente loco», dice Marisa Cummings, que trabaja en banca de inversión y tiene un horario imprevisible y agotador.
«Cuando vivía a 10 km de mi oficina en Manhattan, me desplazaba corriendo, a veces en ambas direcciones. Era socia de un gimnasio justo al lado de mi oficina, así que todos los domingos por la noche empaquetaba la ropa de una semana y la guardaba en una taquilla del gimnasio durante toda la semana. Luego corría a casa el lunes, asegurándome de guardar los zapatos, ropa formal y abrigos en el gimnasio.
El resto de la semana iba corriendo al trabajo, me duchaba y me cambiaba en el gimnasio, y llegaba a mi despacho a las 6:45h de la mañana.
Sólo lo estropeé dos veces: una cuando olvidé un sujetador y otra cuando llegué al gimnasio y estaba cerrado. Tuve que ir hasta casa para cambiarme -25 minutos en metro- y luego volver hasta el centro.»
2. Ten siempre a mano tu ropa de entrenamiento
«Como periodista que viaja mucho y tiene un horario irregular, siempre llevo en el coche un par de zapatillas de correr y algo de ropa», dice Garret Woodward.
«Así, esté donde esté, puedo correr. Además, es divertido, porque nunca sabes dónde puedes acabar corriendo y qué verás por el camino. Puede ser difícil sacar tiempo para entrenar, pero también hay diversión en ese reto, aunque sólo sean 20 minutos.»
3. Haz tus recados
«Me gusta hacer recados», dice la escritora Megan Harrington. «A menudo pongo a mi hijo en el cochecito y corro los 2,5 km que hay hasta su guardería, y luego vuelvo corriendo a casa con el cochecito vacío. También corro para ir al supermercado.»
4. Programa tus entrenamientos como programas tus reuniones
«Yo encuentro tiempo para entrenar anotando mis sesiones en el calendario y programando mi día en torno a ellas», dice Jenna Deutsch. «Así tengo que llegar a ellas. Me lo tomo como algo que tengo pendiente y, sencillamente, lo hago.»
5. Suda mientras tus hijos sudan
«Corro durante las actividades de mis hijos», dice Gia Álvarez. «Corro en círculos alrededor de la pista de fútbol o salgo corriendo del estudio de ballet. Si ellos se ponen en forma, yo también debería. Así aprovecho el tiempo y no resto minutos para estas luego con ellos.»
6. Levántate aún más temprano
«Hago todos mis entrenamientos antes de que se despierte mi hijo», dice Sara Colodner. Mi marido y yo nos intercambiamos los días para que él esté allí por la mañana en caso de que nuestro hijo se despierte temprano, y luego hacemos el cambio cuando llego a casa y me ocupo yo del niño.
Organizarnos así me va muy bien porque me hace sentir culpable si «desperdicio» uno de mis días de entrenamiento, ya que entonces mi marido podría haber hecho ejercicio. Es una forma de motivarme.»
7. Apúntate al gimnasio más cómodo posible
«Durante años me molestó tener que pagarme el gimnasio de al lado de mi casa, además del alquiler del piso los demás gastos, pero ha sido la mejor decisión que he tomado», dice Jessica Derschowitz. «Incluso cuando hace frío o llueve, o simplemente no tengo mucho tiempo, llego en un momento al gimnasio y estoy en una cinta de correr a los pocos minutos.»
8. Conviértelo en una cita
«Mi marido y yo salimos a correr por la noche», dice Grace Henderson Hartman. «Conseguimos una canguro, hacemos juntos nuestras carreras largas y terminamos con margaritas y tacos en un restaurante cercano a nuestro apartamento.»
9. Controla tu mentE
«Piensa en el ejercicio como algo agradable», dice el entrenador de corredores Patrick Hammond. «Nunca pienses en ello como algo que tienes que hacer, sino como algo que quieres hacer. Esto me ha funcionado durante los últimos 24 años.»
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