Correr es un deporte sencillo, pero hay concepto erróneos que, en ocasiones, se convierten en
una barrera para corredores que se inician. Ello conlleva no solo a alejarles de vivir experiencias únicas o
de lograr grandes metas, sino mucho peor: algunos de estos 7 mitos del running pueden provocar
lesiones, o incluso desmotivación hasta el punto de dejar de correr.
Con motivo del Día Mundial del Corredor (1 de junio), Jussi Peltonen, investigador Senior del Centro de
Investigación de Polar, nos ayuda a identificar y corregir siete mitos muy comunes en el running.
Correr es para todos.
Verdadero. Excepto por motivos médicos o de salud previos, cualquier puede correr. Altos, bajos,
musculados, delgados, jóvenes, mayores; nuestros cuerpos están perfectamente preparados para
correr. Después de todo, los científicos estiman que hemos estado corriendo en los últimos dos millones
de años.
A ver, no todo el mundo está preparado para afrontar una maratón o correr según cuántos kilómetros.
Correr requiere cierta capacidad muscular y, por tanto, las lesiones, el sobrepeso o la inactividad,
pueden restringir esta capacidad para correr. El truco está en controlar el ritmo, cuando más rápido se
corre, más demanda muscular existe. Ciertamente hay beneficios fisiológicos y psicológicos asociados a
correr, que apoyan la idea de que los humanos hemos nacido para ello, y no para estar sentados delante
del ordenador.
Los corredores no caminan, solo corren.
Falso. Es un concepto erróneo muy común pensar que, si caminas durante una salida de running,
fracasas. La verdad es que incorporar ejercicios de caminar en un programa de entrenamiento de
running, aporta múltiples beneficios.
Para corredores avanzados, incorporar intervalos andando y largas caminatas, es un entrenamiento de
recuperación fenomenal.
El entrenamiento por frecuencia cardíaca solo es para pros.
Falso. Puede parecer que entrenar por frecuencia cardíaca es complicado, que solo los atletas
profesionales (y los amantes de los datos) pueden dedicar suficiente tiempo para beneficiarse de ello. Éste es otro de los 7 mitos del running. Sin embargo, el entrenamiento por frecuencia cardíaca es muy simple.
Gracias a la popularidad de los sports watches, pulseras de actividad y sensores de pecho, corredores
de todos los niveles pueden mejorar su condición física y optimizar su rendimiento si entrenan teniendo
en cuenta los latidos de su corazón. Para ello solo hace falta un dispositivo para medir la frecuencia
cardíaca durante el entrenamiento y entender cuáles son las zonas personales de frecuencia cardíaca.
Tomarte unos días de descanso empeora tu estado de forma.
Falso. Todo lo contrario a la creencia popular; descansar unos días de tu entrenamiento no tiene un
impacto significativo en tu condición física. Hay estudios que demuestran que tres semanas de reposo
absoluto en la cama suponen una reducción de un 15-25% de niveles de VO2máx, pero lo cierto es que
pocas veces tenemos que estar en la cama todo el día.
A largo plazo, los días de recuperación y los días de descanso ayudan a mejorar nuestro estado de forma.
Correr maratones es beneficioso para tu salud.
Verdadero. Correr maratones es un reto muy grande a nivel físico (y mental), que en ocasiones lleva
nuestro cuerpo al límite con el riesgo de sufrir lesiones. Pero a pesar de que el día de la carrera pueda ser
potencialmente dañino, el estilo de vida que el corredor llevar para preparar una maratón lo convierte en
un hábito saludable. Por este motivo, consideramos que es otro de los 7 mitos del running.
Si se sigue un buen plan de entrenamiento, el proceso de adaptación es muy beneficioso. Refuerzas tu
musculatura y tus huesos, te mantienes en un peso saludable y tu trabajas sistema cardiovascular.
Además, lograr grandes metas favorece tu autoestima y la confianza en ti mismo.
Todo corredor se lesiona.
Falso. Es cierto que los corredores son propensos a sufrir lesiones como calambres o fascitis
planta, pero hay estrategias que demuestran cómo se pueden prevenir lesiones provocadas por el
running.
Entrenamientos de fuerza, ejercicios de movilidad e incrementar la intensidad de los entrenamientos,
pueden reducir los riesgos de lesión.
Correr con el estómago vacío es una Buena idea.
Verdadero. Para corredores, la comida es energía. Lo que un corredor come antes de un
entrenamiento, tiene un impacto en su rendimiento. Esto no significa que un corredor deba ingerir
carbohidratos antes de cada entrenamiento.
Correr con el estómago vacío enseña al cuerpo cómo utilizar otras fuentes de energía. En vez de utilizar
siempre reservas de glucógeno, el cuerpo aprende a obtener la energía que necesita de los ácidos
grasos.
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Ten en cuenta que la información de los artículos de Polar blog no pretende sustituir el asesoramiento de un profesional sanitario. Consulta a tu médico antes de empezar un nuevo programa de fitness.