Cuando se trata de salud, todos somos conscientes de nuestro bienestar físico y mental, pero ¿qué pasa con nuestra salud social? ¿Sabes de qué hablamos? Hay otro tipo de salud que es importante no sólo para nuestra vida cotidiana, sino también para nuestra longevidad.
Hacer ejercicio con otras personas es una buena forma de mejorarla. Aquí tienes todo lo que necesitas saber sobre salud social, el movimiento y la conexión.
¿Qué es la salud social?
Para los adultos, nuestra salud social se define por nuestra capacidad de establecer relaciones significativas con amigos, familiares, parejas sentimentales y compañeros de trabajo. La capacidad de crear y mantener vínculos sociales es un signo de buena salud social, que repercute considerablemente en nuestra salud física y mental.
No sería de extrañar que experimentar un confinamiento durante la pandemia te hiciera pensar en tu salud social sin saber lo que era. Algunos de los síntomas de una mala salud social son los sentimientos de soledad y aislamiento, que muchos de nosotros padecimos durante ese tiempo. Mientras luchábamos por conectar con los demás, puede que nos sintiéramos deprimidos, ansiosos o aletargados, lo que demuestra cómo nuestra salud social puede afectar a nuestro bienestar general.
Es importante tener en cuenta que no todas las personas que pasan mucho tiempo solas se sienten solas y que, de hecho, personas con una vida social muy activa pueden experimentar a veces sentimientos de aislamiento. De lo que se trata es de encontrar el equilibrio adecuado y potenciar tus conexiones para que sientas que cuentas con un sólido sistema de apoyo en tu vida cotidiana.
¿A quién puede beneficiar la mejora de su salud social?
Todos. Todos podemos beneficiarnos de trabajar nuestras relaciones con los demás. Del mismo modo que comemos sano para mejorar nuestra salud física y nos cuidamos o hacemos terapia para mejorar nuestra salud mental, también podemos ser proactivos a la hora de pasar tiempo con nuestros amigos y seres queridos para contribuir a nuestro bienestar social.
Dos grupos de la sociedad corren especial riesgo de padecer mala salud social:
- Los más jóvenes han crecido en un mundo en el que los teléfonos móviles e Internet siempre han formado parte de su vida cotidiana. Aunque conectarse online puede crear un sentimiento de conexión y comunidad, también debemos tener experiencias significativas fuera del entorno digital. Durante nuestra juventud, también aprendemos a crear relaciones sociales sanas, por lo que dedicar tiempo a hacer amigos e invertir en nuestras relaciones con los seres queridos es vital.
- Para las personas mayores. Nuestro sistema de apoyo puede reducirse a menudo en la tercera edad, por lo que es crucial ser proactivo para hacer nuevos amigos, participar en las comunidades locales y pasar tiempo de calidad con los seres queridos. No sólo mejorará su sistema de apoyo, sino que también potenciará su funcionamiento cognitivo, la calidad de su sueño y su salud y bienestar general.
Cómo el ejercicio crea vínculos
Una de las mejores formas de mejorar tus relaciones con los demás y, por tanto, de potenciar tu salud social es a través del movimiento, de la actividad. Cualquier forma de actividad física aumenta la producción de endorfinas, hormonas del bienestar. Cuando experimentamos esto con los demás, aumenta el vínculo que sentimos con ellos, incrementando la sensación de disfrute que obtenemos al socializar.
Un estudio de 2015 de la Universidad de Oxford (Reino Unido) analizó el rendimiento de los jugadores de rugby cuando calentaban juntos frente a cuando lo hacían por su cuenta. Descubrieron que el rendimiento anaeróbico de los participantes mejoraba significativamente cuando se preparaban físicamente para el partido en equipo. El estudio sugirió que estos hallazgos corroboraban las «afirmaciones relativas a los vínculos recíprocos entre el ejercicio en grupo y el vínculo social, y podían ayudar a explicar la ubicuidad de la actividad física colectiva en dominios culturales tan variados como el juego, el ritual, el deporte y la danza.»
Las personas que practican una actividad física con regularidad tienen un mayor sentido de la responsabilidad y experimentan más gratitud, amor y esperanza. Se sienten más conectadas con sus comunidades y es menos probable que sufran soledad o depresión. Estos beneficios se observan a lo largo de toda la vida.
Dr. Kelly McGonigal
En su libro La alegría del movimiento: How Exercise Helps Us Find Happiness, Hope, Connection, and Courage, la Dra. Kelly McGonigal, psicóloga sanitaria y profesora de la Universidad de Stanford, explica por qué el ejercicio es una forma tan importante de mejorar nuestras relaciones con los demás. «El movimiento nos ofrece placer, identidad, pertenencia y esperanza», afirma McGonigal. «Nos sitúa en lugares que son buenos para nosotros, ya sea al aire libre en la naturaleza, en un entorno que nos desafía o con una comunidad que nos apoya. Nos permite redefinirnos y reimaginar lo que es posible. Facilita la conexión social».
Para quienes desean reforzar su salud social, el ejercicio puede ser una forma estupenda de estrechar lazos con colegas y seres queridos. También puede ser una buena manera de hacer nuevos amigos. «No creo que sea una coincidencia que tantas personas se sientan atraídas por comunidades en las que pueden enfrentarse a retos físicos junto a otras personas», comenta McGonigal en su libro. «Es un placer ver a la gente esforzarse, enfrentarse a sus miedos y superar sus obstáculos.»
Sabemos que el ejercicio es vital para nuestra salud física y, en los últimos años, hemos llegado a comprender que también tiene un impacto significativo en nuestro bienestar mental. Pero quizá deberíamos tener en cuenta también los beneficios para nuestra salud social. «
IDEAS DE EJERCICIOS PARA REFORZAR LAS CONEXIONES sociales
Hay muchos tipos de actividades físicas que puedes disfrutar con otras personas. He aquí algunos ejemplos divertidos:
- Caminar. Charla mientras paseas.
- Escalar. Siempre es mejor hacerlo en pareja.
- Senderismo. Acelera el ritmo cardíaco y permite contemplar juntos hermosas vistas.
- Bailar. Probad una clase juntos o montad una fiesta.
- Tennis. Individuales o dobles: cuantos más, mejor.
- Correr. Charla mientras haces footing o corre por un sendero para vivir aventuras.
- Ciclismo. Una forma estupenda de explorar juntos.
- Golf. Deja el carro y camina por los greens.
- Yoga. Estira tus relaciones sociales.
- Nadar. Haz unos largos en buena compañía.
- Gym. Supera cualquier ansiedad del gimnasio yendo con un amigo.
Cómo encontrar amigos en forma
Si no hay gente en tu vida a la que le guste hacer ejercicio tanto como a ti, siempre puedes hacer nuevos amigos deportistas y mejorar aún más tu salud social. Quizá cuando tus amigos vean lo mucho que disfrutas haciendo ejercicio con los demás, ellos también quieran unirse. Al fin y al cabo, ¿quién no quiere tener su propia #familiafit?
He aquí algunas formas estupendas de conocer nuevos amigos a través del ejercicio:
- Únete a un club de marcha o de running
- Apúntate a clases colectivas en tu gimnasio
- Inscríbete a una carrera benéfica o una marcha para recaudar fondos (¡o incluso a un triatlón!)
- Averigua si hay un grupo de entrenamiento en el parque de tu localidad
- Busca tu club deportivo local: fútbol, tenis, tai chi
Así que, ¿por qué no salir y ser activo con los demás hoy mismo? Puede mejorar las relaciones que ya tienes y, de paso, hacer nuevos amigos. ¡Todos ganamos!
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