Pasamos alrededor de un tercio de nuestra vida durmiendo. Muchas personas lo consideran una de sus formas favoritas de pasar el tiempo, mientras que otras luchan por conseguir incluso unas pocas horas de descanso cada noche. Pero, ¿qué es exactamente ese estado de sueño en el que entramos cada noche? ¿Y por qué es tan importante el sueño? A continuación te explicamos lo que ocurre a la hora de acostarse.
¿Qué es el sueño?
El sueño es un periodo de descanso diario que se repite de forma natural. Se activa principalmente por el reloj interno de nuestro cuerpo, que funciona con diferentes ciclos de vigilia y sueño a lo largo de las 24 horas.
Se trata de un estado de conciencia alterado que se diferencia del estado de vigilia por nuestra menor capacidad de respuesta a los estímulos, además de nuestra menor actividad sensorial y muscular.
Cuando descansamos, estamos desconectados del mundo que nos rodea. No del todo, porque ciertas cosas externas (como los sonidos o la luz) o internas (como las hormonas o los sueños) pueden hacer que nos despertemos, pero estamos operando en modo No Molestar. Sin embargo, internamente nuestro cuerpo sigue siendo muy activo, pero más adelante hablaremos de ello.
¿dormimos?
Como muchas de nuestras funciones corporales cotidianas, el descanso es algo que a menudo hacemos sin pensar en ello. Sabemos que lo necesitamos, pero ¿sabemos por qué?
La respuesta sencilla es que nuestro cuerpo está diseñado así. Necesita este tiempo de recuperación nocturno para asegurar que se produzcan procesos específicos, que sólo ocurren durante el sueño, por lo que nuestro cuerpo nos incita a descansar cuando lo requiere.
Estos ciclos de descanso y actividad se controlan a través de dos procesos corporales diferentes:
- Homeostasis sueño/vigilia: mayor necesidad de descansar cuanto más tiempo se esté despierto.
- Ritmo circadiano: diferentes períodos de vigilia y somnolencia a lo largo del día.
Si nuestro proceso de homeostasis del sueño/vigilia estuviera totalmente controlado, estaríamos en nuestro punto máximo de alerta y productividad por la mañana y nos iríamos adormeciendo poco a poco a medida que avanza el día. Sin embargo, nuestro ritmo circadiano es el proceso que varía los momentos en que nos sentimos alerta y cansados, lo que difiere de una persona a otra. Sin embargo, la mayoría de los adultos tienden a sentirse cansados entre las 2 y las 4 de la mañana, pero también entre la 1 y las 3 de la tarde (de ahí que los españoles tengamos tradicionalmente nuestra hora de la siesta diaria alrededor de esa hora).
Las sustancias químicas del cerebro también actúan de distintas maneras para mantener el cuerpo despierto o dormido. Las investigaciones sugieren que una sustancia química llamada adenosina se acumula lentamente en nuestra sangre a lo largo del día, haciendo que nos sintamos somnolientos una vez que alcanza un determinado nivel. Luego esta sustancia química se disipa mientras descansamos, repitiendo el mismo proceso cuando nos despertamos. Una forma eficaz de bloquear los receptores de adenosina es la cafeína, que es una de las razones por las que dejamos de sentirnos cansados cuando tomamos café.
El sueño no es una pérdida de tiempo. Favorece la salud y el bienestar general. También se ha demostrado que dormir aumenta el rendimiento deportivo, ya que mejora el estado de ánimo, aumenta el estado de alerta, reduce el riesgo de lesiones, refuerza la inmunidad y repara los tejidos. Estas son las razones por las que todas las personas a las que les gusta estar físicamente activas deberían darle prioridad.
Kaisu Martinmäki, Senior Researcher, Polar Research Center
¿Por qué es importante el sueño?
Dormir es vital para nuestra existencia cotidiana. Sin un descanso regular, simplemente no podemos seguir adelante. He aquí algunas de las principales razones por las que el sueño es tan importante:
Favorece a la salud y bienestar general
Los estudios sugieren que siete de las 15 principales causas de muerte en Estados Unidos están relacionadas con la «duración reducida del sueño», entre las que se encuentran las enfermedades cardiovasculares, las neoplasias malignas, las enfermedades cerebrovasculares, los accidentes, la diabetes, la septicemia y la hipertensión. Asegurar un buen descanso nocturno con regularidad es fundamental para mantener nuestra salud y bienestar general..
Ayuda al sistema inmunitario
A menudo nos sentimos mal, nos sentimos cansados. Combatir una enfermedad infecciosa significa que nuestro cuerpo necesita aumentar el descanso para conservar la energía. Para ello, produce unas sustancias químicas llamadas citoquinas, que combaten la infección e inducen el sueño.
En nuestra vida cotidiana, la falta de sueño también puede hacernos más susceptibles de contraer virus comunes, como un resfriado. Por lo tanto, la falta de descanso también puede afectar a la rapidez con la que nos recuperamos.
AYUDA AL sistema nervioso
Dormir es vital para la consolidación de la memoria, el procesamiento de la información y las reparaciones esenciales de nuestro cerebro y nuestro cuerpo mientras descansamos. Sin esta oportunidad de ejercitar las conexiones neuronales críticas cada día, nuestro sistema nervioso puede dejar de funcionar eficazmente.
La somnolencia, la falta de concentración y de memoria pueden aparecer después de una mala noche de recuperación. Tras unos días de poco descanso, podemos empezar a experimentar alucinaciones y cambios de humor, resultado de que nuestros sistemas nerviosos central y autónomo no funcionan correctamente.
FAVORECE crecimiento
Los niños y los adultos jóvenes necesitan mucho más descanso que las personas en sus etapas posteriores de la vida porque es durante el sueño profundo cuando se liberan las hormonas del crecimiento. De hecho, a lo largo de la vida, el sueño profundo aumenta nuestra producción celular y reduce la descomposición de las proteínas. Así, estas proteínas pueden utilizarse para reparar las células y los daños causados por factores como el estrés y los rayos UV. De ahí que se le llame «sueño de belleza».
Ayuda a la salud mental
Existe una fuerte correlación entre la cantidad de descanso que tenemos y nuestra salud mental. La falta de sueño puede provocar ansiedad, paranoia y alucinaciones. Por otro lado, un sueño regular de buena calidad puede mejorar significativamente nuestro bienestar mental, impulsando nuestra capacidad de humor, felicidad y confianza en nosotros mismos.
Registrar el sueño con Polar Sleep Plus Stages™ hace visibles la cantidad, la calidad y el horario del sueño. Espero que ayude a la gente a entender cómo duerme y cómo su estilo de vida y sus hábitos afectan a su sueño.
Kaisu Martinmäki, Senior Researcher, Polar Research Center
¿Qué ocurre cuando dormimos?
Hasta la década de 1950, solíamos considerar el sueño como una actividad pasiva. Que nuestro cuerpo y nuestra mente se desconectaban por completo, entrando en un estado de letargo mientras dormíamos. Hoy sabemos que, aunque nuestra actividad muscular y sensorial se reduzca, nuestro cerebro está muy activo. He aquí lo que ocurre en todo nuestro cuerpo mientras descansamos.
soñando
Lo que todos sabemos que hacemos mientras descansamos es soñar. Aunque soñar puede ocurrir en cualquier etapa del sueño, ocurre principalmente (y más intensamente) durante el sueño REM, donde a menudo experimentamos nuestros sueños más extraños o envolventes.
RESPIRANDO
Nuestra respiración cambia mientras descansamos, dependiendo de la etapa del sueño que estemos experimentando. Durante el sueño no REM, nuestra respiración se ralentiza, siendo especialmente lenta durante la fase 3 (sueño profundo). Sin embargo, durante el sueño REM, nuestra frecuencia respiratoria puede aumentar y volverse bastante irregular.
frecuencia cardíaca
Al igual que la respiración, nuestro ritmo cardíaco también se ralentiza durante el sueño no REM, pero se acelera durante el sueño REM hasta ser casi el mismo que cuando estamos despiertos.
Músculos
A medida que nos adentramos en el sueño, nuestros músculos se van relajando gradualmente durante las fases no REM del sueño. Luego, durante el sueño REM, los músculos del cuerpo se paralizan para garantizar que las piernas y los brazos no se muevan en respuesta a los sueños. Sin embargo, los músculos de los ojos permanecen activos, por lo que esta etapa del sueño se denomina REM (por rapid eye movement).
actividad cerebral
La actividad de nuestro cerebro mientras descansamos mejora el funcionamiento de nuestro cerebro cuando estamos despiertos (de ahí otra razón por la que el sueño es tan importante). Las funciones cognitivas vitales, como la consolidación de nuestra memoria, se producen cuando estamos descansando, lo que significa que nos despertamos listos para un nuevo día con un cerebro actualizado, optimizado y listo para funcionar.
Durante el sueño no REM, nuestro cerebro se ralentiza junto con el ritmo cardíaco y la respiración. Sin embargo, durante las etapas 2 y 3, podemos experimentar ráfagas de actividad cerebral. Durante el sueño REM, nuestro cerebro está muy activo y empezamos a soñar.
Así que, ahí lo tenemos. Algunas razones bastante convincentes por las que el sueño es importante y debería ser una prioridad en nuestra vida diaria. Si ahora te preguntas cómo crear el entorno perfecto para el descanso, de modo que puedas maximizar tu tiempo de siesta, prueba estos consejos de expertos.
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