Si eres de aquellas personas que siempre busca excusas para encontrar tiempo para hacer un entrenamiento largo, ¡sigue leyendo!
Es cierto que la vida puede entrometerse en nuestro plan de entreno. El trabajo nos absorbe demasiado, hay días en los que nos quedamos dormidos porque estamos agotados y/o tenemos reuniones o viajes que cortan o cambian nuestro horario preferido.
Encontrar de 3 a 5 horas al día para salir con la bicicleta ya resulta difícil incluso decirlo.
Cuando tienes el tiempo contado, es bueno tener en mente que un entrenamiento rápido es mejor que no hacer nada. De hecho, si entrenas para perder peso o para mejorar tu estado físico general, a veces, todo lo que necesitas son 20 minutos dedicados a sudar.
Dato: Incluso los atletas profesionales se enfrentan a plazos difíciles, momentos estresantes y urgencias que interrumpen sus entrenamientos. Sin embargo, lo que separa los buenos de los grandes, o los soñadores procastinadores de los triunfadores, son aquellos que son capaces de priorizar su entrenamiento a pesar de tener un horario muy apretado.
¿Aún no te sientes identificado? ¿Alguna vez te has quedado en la cama en lugar de levantarte para ir a entrenar, consolándote con la típica frase de “ya iré más tarde”? Y entonces, llegan las 5 de la tarde y decides que como has tenido un día duro en el trabajo, no tienes suficiente fuerza para salir a entrenar.
Bien, mis clientes me han contado este mismo guión millones de veces y, por este motivo, he querido compartir algunas maneras realmente sencillas de entrenar de manera rápida, eficiente y agradable si tienes una vida muy ajetreada.
1. Cambia tu actitud
Si te tomas el ejercicio como una tarea complicada, es poco probable que quieras hacerlo e incluso menos probable que quieras participar en un entrenamiento largo. Sin embargo, ahí es donde los cambios simples en tu diálogo interno pueden tener un gran impacto.
Piensa en la frase «uf, tengo que entrenar…»; simplemente dándole la vuelta y cambiándola por «voy a entrenar» tu empoderamiento aumentará, al igual que tu gratitud por el simple hecho de reconocer que tienes un cuerpo sano que trabaja y se mueve como tú se lo dices.
2. sé constante
Una razón común del porqué tanta gente nunca consigue sus objetivos de fitness es simplemente porque no los sigue a rajatabla durante el tiempo suficiente y, encima, lo practica con demasiada intensidad demasiado pronto y, o bien se quema o se lesiona. Esto te lo confirmo yo porque también lo hice cuando volví de una lesión.
Empecé a realizar entrenamientos intensos antes de hacer el trabajo básico constante y requerido, es decir, la rehabilitación; y, ¿sabes qué me pasaba? Que me volvía a lesionar con frecuencia y me frustraba por no rendir como lo hacía antes de la lesión.
El mejor consejo que puedo darte aquí es que después de definir los principales objetivos de fitness, pruebes y trabajes como una vela que quema lentamente. Esto no quiere decir que no debas aumentar tu intensidad y entrenar de lindo; significa que cada día priorices todos los pequeños pasos que te preparan a nivel mental y físico para el gran evento, es decir, para conseguir tu objetivo.
3. asiste
Vivimos en una era regida total y absolutamente por la tecnología; las selfies de gimnasio están tan a la orden del día que, solo por compartir una foto con el mundo social, esta ya se convierte en un sello de pasaporte para demostrar que has completado el entrenamiento.
Sin embargo, aprende a ver tu rato de ejercicio (incluso un entrenamiento rápido) como tu tiempo ininterrumpido de desconexión porque, mientras estamos desconectados de Instagram, de los millones de mensajes de texto y de las llamadas telefónicas, estamos reconectando con nuestro cuerpo.
Confía en mí, tu cuerpo te agradecerá que le prestes algo de atención y tu sufrirás menos estrés al no tener que hacerte la selfie perfecta de tus abdominales con la luz que más te favorezca.
Desconecta para volver a conectar con lo que es más importante: contigo.
4. Sube la intensidad
Para muchos de nosotros y nosotras, encontrar un buen momento para practicar ejercicio puede resultar ya todo un desafío solo decirlo, pero no es imposible, especialmente si te decides por un entrenamiento rápido. Cambiar los entrenamientos largos y lentos por sesiones más cortas de entrenamiento a intervalos de alta intensidad puede ser la manera más eficiente de utilizar el poco tiempo del que dispones.
Consejo: Utiliza tu reloj Polar para medir cuándo estás en la zona HIIT, que normalmente son zonas de FC superiores a 4 (amarillo/rojo). Aquí es donde sucede la magia.
Se ha demostrado que los entrenamientos rápidos de alta intensidad reducen la grasa corporal de forma más rápida que los largos entrenamientos estacionarios, porque aumentan la frecuencia cardíaca durante intervalos cortos y bruscos con poca recuperación entre las series.
5. Entrena con buena compañía
Si te esfuerzas por hacer entrenamientos HIIT por tu cuenta, entonces estás de suerte ya que cada vez son más populares las clases de ejercicios HITT de estilo circuito.
Los gimnasios tipo bootcamp más populares son capaces de estimular el sentido de comunidad entre los asistentes, de manera que los usuarios priorizan ir a las clases porque realmente se lo pasan en grande con los compañeros.
(No creo que haya nada peor que cuando un instructor de gimnasio te pide que hagas pareja para hacer un ejercicio y te toca con alguien que habla por los codos y que no deja de quejarse de lo difícil que es el ejercicio).
En definitiva, asegúrate de que disfrutas de la compañía con la que estás. (Y, si por algún motivo u otro no puedes ir al gimnasio, ¿por qué no organizas un entrenamiento virtual con tus colegas?)
para terminar
Es muy fácil encontrar excusas por la falta de tiempo para entrenar.
A nuestra manera, nos hemos vuelto complacientes, aceptando la falsa verdad de que «nuestro cuerpo es así y no podemos hacer nada» para evitar ganar peso o no ser saludables: no somos capaces de afrontar las consecuencias y cambiar nuestro horario para convertirlo en una prioridad. La relación con la práctica del ejercicio no es un amor difícil; somos nosotros que necesitamos adaptar nuestro estilo de vida para encontrar el momento de practicarlo.
Así que busca un estilo de entrenamiento con el que disfrutes de verdad para seguir adelante:
- Acostúmbrate al dolor a corto plazo y a los beneficios a largo plazo que aporta el entrenamiento HITT y recibe las recompensas.
- Aprende a desconectar y apreciar la relajación de la mente cuando entrenas (para tu información, la atención plena no siempre quiere decir sentarte de piernas cruzadas murmurando «ohm»).
- Cambia tu perspectiva apreciando lo que tu cuerpo es capaz de hacer y la suerte que tienes de poder hacerlo.
Cuando te digas que no dispones de tiempo suficiente para hacer ejercicio, estás confirmando que tu bienestar físico y mental no es una prioridad. Si quieres sentirte más saludable y alcanzar tus objetivos físicos, es hora de cambiar estas prioridades. Puedes hacerlo. ¿No tienes tiempo para hacer un ejercicio rápido? No te lo compro.
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Ten en cuenta que la información de los artículos de Polar blog no pretende sustituir el asesoramiento de un profesional sanitario. Consulta a tu médico antes de empezar un nuevo programa de fitness.